
Laury Rodríguez
Análisis de la Conflictividad Escolar en la República Dominicana y Estrategias Integrales para Reducir su Impacto en la Calidad Educativa
La conflictividad escolar en la República Dominicana constituye un desafío persistente que afecta el clima institucional, el rendimiento académico y el bienestar socioemocional de los actores educativos. Como futuro Psicólogo Escolar, y a partir de las investigaciones realizadas en campo, he podido constatar que los conflictos en los centros educativos del país suelen derivarse de factores como la falta de habilidades socioemocionales, una comunicación deficiente entre los estamentos, prácticas disciplinarias poco efectivas, debilidades en la gestión institucional y una limitada participación familiar. De igual manera, situaciones nacionales como el hacinamiento en aulas, la escasez de recursos, el estrés laboral docente y la insuficiente articulación entre escuela y comunidad profundizan la problemática.
Frente a este escenario, resulta indispensable diseñar estrategias integrales que articulen al estudiantado, profesorado, equipos de gestión, familias y los departamentos de Psicología y Orientación. Solo con una acción coordinada es posible disminuir los conflictos escolares y fortalecer la calidad educativa.
1. Estrategias dirigidas al estudiantado
El estudiantado es el núcleo de la vida escolar y, por tanto, uno de los principales protagonistas de los conflictos. A partir de la observación en campo, se detectaron dificultades en la regulación emocional, en la resolución pacífica de problemas y en el manejo de presiones externas (familiares, sociales y digitales).
Las estrategias más pertinentes incluyen:
Implementación de programas de educación socioemocional que fortalezcan habilidades como autocontrol, empatía, comunicación asertiva y manejo del estrés.
Creación de mediadores estudiantiles formados por el Departamento de Psicología, para promover la resolución pacífica de conflictos.
Talleres permanentes sobre convivencia y ciudadanía escolar, vinculados al currículo.
Participación en actividades extracurriculares que fomenten el sentido de pertenencia, reduzcan el ocio negativo y mejoren la autoestima.
2. Estrategias dirigidas al profesorado
En muchos centros observados, el profesorado enfrenta una fuerte carga laboral, dificultades para manejar grupos, falta de apoyo emocional y escaso acompañamiento técnico. Esto repercute en la manera en que se gestionan los conflictos.
Se proponen las siguientes estrategias:
Capacitaciones continuas en manejo de aula, disciplina positiva y estilos de comunicación, a cargo del Departamento de Orientación.
Círculos de apoyo docente para compartir experiencias, identificar señales tempranas de riesgo y fortalecer la salud mental del profesorado.
Uso de protocolos institucionales de actuación ante conflictos, estandarizados y socializados por los equipos de gestión.
Promoción de una cultura docente basada en el ejemplo, fomentando prácticas de respeto, tolerancia y diálogo dentro del aula.
3. Estrategias dirigidas a los equipos de gestión
Los equipos directivos tienen la responsabilidad de crear las condiciones institucionales para la convivencia escolar. Sin embargo, en la investigación realizada se observaron dificultades en la supervisión, la comunicación con los docentes y el seguimiento a incidentes.
Se plantean las siguientes acciones:
Fortalecer los comités de convivencia escolar, integrando representantes de todos los estamentos.
Organizar canales de comunicación interna claros, que permitan reportar conflictos, dar seguimiento y evaluar resultados.
Diseñar un plan anual de convivencia, con metas específicas y evaluables.
Garantizar recursos básicos para la intervención psicológica, el acompañamiento docente y actividades socioeducativas.
4. Estrategias dirigidas a las familias y comunidades
Uno de los hallazgos más frecuentes en el centro investigado fue la poca participación familiar y la débil comunicación escuela–hogar, lo que genera desconexión y dificulta la prevención de conflictos.
Las estrategias adecuadas serían:
Escuelas para padres sobre disciplina positiva, comunicación familiar, prevención de violencia y acompañamiento educativo.
Reuniones periódicas de retroalimentación donde familias, docentes y psicólogos compartan avances y desafíos.
Alianzas con instituciones comunitarias, juntas de vecinos, iglesias y centros culturales para apoyar actividades formativas.
Campañas comunitarias de sensibilización sobre la importancia de la convivencia escolar.
5. Estrategias desde los Departamentos de Orientación y Psicología
El Departamento de Orientación es el eje articulador de todas las acciones preventivas. Su rol es imprescindible tanto en la intervención temprana como en el acompañamiento de los demás estamentos.
Las estrategias claves son:
Diseño de protocolos de intervención psicológica adaptados al contexto del centro.
Evaluaciones periódicas del clima escolar, mediante encuestas, observaciones y entrevistas.
Acompañamiento psicológico individual y grupal a estudiantes en riesgo.
Formación a docentes y familias en convivencia y prevención de violencia.
Coordinación interinstitucional para referir casos que excedan las competencias escolares, garantizando protección y seguimiento.
Conclusión
Reducir la conflictividad escolar en la República Dominicana requiere un enfoque integral, contextualizado y sostenible. La escuela no puede enfrentar sola este desafío: es imprescindible la articulación del estudiantado, el profesorado, los equipos directivos, las familias y los Departamentos de Psicología. Las estrategias propuestas buscan fortalecer la convivencia desde la prevención, la educación socioemocional y la colaboración entre actores. Solo así podremos construir centros educativos seguros, humanizados y capaces de ofrecer una educación de calidad que responda a las necesidades reales de la comunidad escolar.









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